El hijo respondón

No podía dejar de estar asombrado ante aquello que, de pronto, cobró vida ante sí. Allí estaba, luchando contra su destino, respondíendole, sorprendíendole al tomar la iniciativa y hablar con voz propia, no resignándose a un destino previamente trazado y planeado.
El escritor se recostó hacia atrás, sacó el papel de la máquina y releyó aquellas líneas que acababa de redactar con cierto orgullo y embebecimiento. Saludando a aquel personaje nuevo que acababa de ascender de boceto abstracto a protagonista y que sería por siempre hijo suyo.

Publicar un comentario

0 Comentarios